Vacía sin ti.

Tengo tristeza en mi corazón, un gran vacío que me ahoga, me siento débil, vacía mi mente, saturada de imágenes que se atropellan unas contra otras, para visualizarte en mi memoria.
Una memoria que no quiere olvidar, que se resiste a dejar los momentos deliciosos vividos contigo.



Siento un gran peso en mi pecho, un peso que me aplasta la voz, me tapa la vida de mis ojos, me prohíbe sonreír. Recuerdo tus palabras, las repito para mis adentros, repaso mis vivencias para convencerme que no has sido un sueño ...





Cierro mis ojos, en la oscuridad de la habitación, que tanto nos hizo disfrutar ... me concentro, para percibir algún rastro de tu aroma, de cazar tu esencia conservada entre mis sábanas, de lamer mi piel para contagiarme de tu deseo dejado en mi cuerpo...


Recuerdo intento recordar, tus besos apasionados, hambrientos de mi boca, de tus palabras en mis oídos, dándome pistas de tus acciones, de tus manos acariciando lentamente mi vientre y el centro de mis pechos.
Añoro tus dedos jugando en mi espalda, recorriendo mis muslos, acariciando mis ingles ...

Como tus labios me besaban lentamente el cuello, pasando por mis pechos, deteniéndote para chupar y mordisquear mis pezones, mientras tus manos bajaban por mi cintura, testigos de mi involuntario temblor.


Deseo volver a notar tu boca en mi sexo, tu lengua traviesa abriéndose
camino para capturar tu objetivo, provocando jadeos de placer expulsados por mi garganta...
Deseo notar la sensación de no poder abrirme más ante ti, mostrando lo que es tuyo como hombre que eres mio.

Necesito tener toda tu hombría de macho...
entre mis manos, tu dureza,
en mi boca, tu sabor
dentro de mi, tu posesión ...