martes, 10 de enero de 2012

Escucha mi voz...

                                           

Permite que escuches mi voz, vestida por estas letras.


Me interesé por ti, por tus valores, como ser.
Me gustaste por hacerme sonreír,
una sonrisa diferente a la risa,
pero que deriva de ella, como bien trata Desmond Morris.
Me ganaste con tu paciencia, con tus juegos de palabras, acariciándome lentamente.
Me captaste con tu elegancia de mirarme a través de tus ausencias escritas.
Me hiciste deseada, por tus ganas de mi, en cada exclamación que me mandabas.
Me noté empujada a ti por esas frases lanzadas directamente a mi piel.


Me estremecí por tus verbos ardientes,
Me hiciste temblar con tus acciones escritas,
Me provocaste con tu excitación leída,
Me volviste fogosa, con tus letras de fuego.





Esa intensidad transmitida por cada silencio de escritura,
Ese aumento de placer, por tus errores en las letras,
Transmitió mi excitación,
Aumentó mi humedad.
Tu caballeroso cuidado de la espera,
tu mimo escrito
tu cuidada provocación
tu orgasmo monosilábico ...




No te preocupes por mi deseo
No dudes de mi placer
Quiero que seas mi deseo
Quiero que seas mi placer.

María ...









1 comentario:

  1. un toque tierno en la superficie, unas sensaciones intensamente ardientes en lo profundo...

    uno querría ser el emisor de esas palabras que llegan a provocar tanto en tu piel.

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