Momento rápido de pinzas...

Desnuda, me deslicé por la fria pared alicatada del baño,,, hacia el suelo ,,, con las piernas abiertas,,,

Cerré mis ojos y me imaginé que ante mí estabas.

Las pinzas en mis pezones, con esa presión tan jugosa que hacía que cuanto más me concentrase en ellas, más excitada me sentía...





Con las puntas de mis dedos, las golpeaba con pequeños empujes, sabiendo que eso haría que la presión la sintiese más y que con cada tirón, mis pezones se ponían más duros, erguidos,,, y mi entrepierna se humedecía más ...






Quería sentir más... más presión.

Pero esta vez en mi entrepierna... Tengo que reconocer que pinzar mis labios era algo que no me atraía,,, mi mente insistía,,, me machacaba que pusiera esa pinza que sobraba en mi clítoris...

Y escuchaba mi vocecita que asentía, afirmaba, pataleaba para hacerlo,,, sentirlo... disfrutarlo.
Venga.... Venga...

Y me vi, cogiendo la pinza... y me abrí más...
Con mi dedo índice y corazón ,,, deje mi clítoris a expensa de esa pinza, la coloque con cuidado,,, y fui soltando para ir poco a poco sintiendo la presión ... dura, intensa y fuertemente placentera...

¡Dios! ¡Qué deseos tenía de tenerte aquí!
¡Cómo me gustaría que estuvieses conmigo, y que como un buen pianista de pinzas, fueses empujandolas, dándoles giros, las movieses, tirases de ellas ... ¡Señor, cuántas ganas!


Y que con cada gemido, me dieses como recompensa o como premio, la punta de tu polla en mi boca, para saborearla, para que mi lengua catase esa piel tan deseada y que mi boca enmudeciese teniéndola dentro ... gozase de su dureza...




¡Ay! ...
Estos momentos de imaginación, mientras mis dedos siguen jugueteando,,,
y gimo mientras mi coño húmedo palpita por tenerte dentro...