Te abracé....
Te abracé tan fuerte, que casi rompo mi alma.
Mi abrazo intentaba tatuar en tu cuerpo, esos momentos que nuestro amor hizo que fuésemos seres especiales en un tiempo pasado.
Nos separamos, conocedores de que nuestros cuerpos no se iban a sentir más.
Rotos por la sabiduría de nuestra lejanía ...
La torpeza de la tristeza nos convertía en mudos, como mudas caras húmedas, de desconcierto, de pena ,,, de ahogo.
Mi mirada buscaba en tus ojos, a ese hombre que ya no estaba.
Mi enorme, hondo y doloroso vacío en mi pecho, confesaba que ya no era tuya.
Palabras sin eco, huecas, huérfanas, llanas, eran despido.
Una ruptura que era desconexión.
Una ruptura que era volver a una soledad.
Desconectar de un sueño que no era mio.
Una soledad necesaria, para saber que quiero, y para estar atenta a que mi sueño eterno me encuentre, lo encuentre ...
Y que ese encuentro sea eterno.
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