Cómo echo de menos esas frases que leía, escritas por la sinrazón de tu deseo, ciego por la excitación, salvaje por tenerme.
Cómo echo de menos, esa sonrisa perversa, cuando tramabas algo delicioso para ambos ...
Cómo echo de menos, ese nerviosismo, protagonista por tu presencia ante mi,
Cómo echo de menos, las ganas de que vuelvas a ser mio ...
Cómo echo de menos, las ganas que tenías tú de poseerme
Cómo echo de menos, escuchar ... "María, niña ..."
Cómo echo de menos, los temblores en mi cuerpo al observar como lo me autocomplacía ante ti.
Cómo echo de menos, esas prisas al llegar a casa, cambiarme rápidamente, alborotar mi pelo para darle volumen, el khol y el rimel en mis ojos, y el brillo en mis labios ... el ruido de mis tacones correteando por la casa, buscando el móvil para mandarte un sms y escribirte : "Estoy lista para ti, mi vida"
Cómo echo de menos esas llamadas de madrugada, que aunque me despertabas, me hacías sentir mujer, al oír tu hermosa voz confesándome: "María, te estoy disfrutando ..."
Cómo echo de menos el cosquilleo en mi vientre, el aturdimiento de las palabras cuando quería expresarte mis sentimientos, el bloqueo mental que me provocabas y que solo existía el anhelo de amarte, de cumplir el sueño de disfrutarte, de que tu cuerpo se pegase al mio ....
Como echo de menos tus besos ...
Cómo echo de menos tus caricias..
Cómo echo de menos sentirme tuya...
Cómo echo de menos el sentirme extasiada por lo que hacías ver de la vida ...
Como echo de menos sorprenderme con nuestras casualidades...
Como echo de menos esos pensamientos que teníamos y que nunca los mantuvimos en secreto...
Cómo echo de menos esa telepatía ...
Cómo echo de menos nuestro goce ...
Cómo echo de menos esa sincronía ...
Como te echo de menos ... sola otra vez, sola de nuevo ... Después de haber perjurado que nunca volvería a bajar mi muro de defensa, mi pared de aislamiento, mi burbuja de protección ... y lo hice ....
Y por eso, sola, indefensa, desprotegida, vulnerable y sin rumbo fijo de nuevo me encuentro.
Volveré a esa resignación de la cual tú me habías liberado, para volver a esa vida gris, monótona y que me volverá a consumir...
A consumir el brillo de mis ojos que tú me habías reavivado.
A consumir la sonrisa que tú me habías vuelto a que floreciese.
A consumir la ilusión del nuevo día que nacía de la noche de ayer...
cada palabra es un aguijón en el deseo de ser, completar, conectar, y volver a desear, mis besos
ResponderEliminarEs un aguijón perenne que duele ...
EliminarBesos dulces, mi querido Tomas
Volverá a renacer...
ResponderEliminarMi querido John ... espero que esas palabras vuelvan a cobrar la vida y el sentimiento que tanto anhelo ...
EliminarBesos.
El refugio del silencio, la tortura de la resignación, la cultura de soportar el dolor ... baña nuestra piel, a quienes no aprendimos la rebeldía contra los necios caprichos del destino. Quizás esa lección nunca llegue, quizás cueste aprobar la asignatura, pero presiento que vale la pena intentarlo. Me inspira la vena cineasta y puedo ver desde la oscura butaca, esa gran pantalla anunciando el titulo "Dos tontos muy tontos"
ResponderEliminarJavi
Mi despertar!
EliminarBendito refugio creado por dos almas que despertaron juntas, hambrientas, con una sintonía perfecta ... con las mismas ganas,,, descubriéndose, creciendo una para la otra ...
La resignación siempre está ahí amenazante para ahogar la rebeldía naciente de dos cuerpos que disfrutan de ese amanecer brillante y cálido.
Besos de María