Entre risas, vi como entraron dos chicos, y se sentaron en una mesa cercana. Mi amiga pronto se percató de ellos, bueno más bien de uno de ellos! Y no es de esas mujeres que pierden el tiempo ... ya me entendeis!
En un abrir y cerrar de ojos, estabamos los cuatro en la misma mesa, riendo y charlando. Mi amiga llevaba la voz cantante, era la que guiaba y animaba la conversación, yo sonreía, escuchaba y observaba el gran despliegue de coquetería que mostraba y exhibía ante ellos, rendidos a ella, bueno no los dos, solo uno.
Ya que él que tenía frente a mi se limitaba a sonreir y a verme, como si estuviese controlando mis movimientos, como si tuviese miedo de perder alguna pista que pudiese descubrir en mi mirada...
Para vuestra curiosidad, María es tímida, bueno en un principio, que cuando pongo en marcha mis armas, no hay timidez que me pille, es como si me transformase, pero siempre con cautela, me gusta que el hombre, lleve ese rol de casi dominio, aunque después el dominio lo tome yo!
Decidimos cambiar de lugar,no sé en que momento fue, que mi amiga y el otro chico desaparecieron, quedándonos el vigilante de mi mirada y yo, solos ... su nombre, Fran.
Tomamos otra consumición en el mismo local, música tranquila, asientos cómodos, luz adecuada, unos Gin-Tonic exquisitos ... uso de palabras de doble sentido, acercamientos, caricias en las manos, con el pretexto de mostrar mi anillo que le llamó la atención, una mano en su brazo, como apoyo de mis risas, ... y un tema que surge ... los masajes.
Cuando hablamos de ello, y ambos dijimos que sabíamos realizar masajes, nos sorprendimos al averiguar que coincidimos en el tipo de masaje: sensitivo, placentero, suave, muyyyy táctil .
Si ya su mirada , el percibir su aroma, ver tan cerca sus manos, sus dedos jugando con la copa, la aproximación de su brazo con el mio, mi cuerpo separado del suyo por milímetros ... ya tenía mi corazón a 100 ... escuchar que dominaba esa técnica de masaje me volvió loca!!
Más tarde, averigüé que a él le había pasado lo mismo, que tenía ganas de disfrutar conmigo y de mi!
Fran es un hombre directo, me encanta! Y yo no me resisto a obedecer cuando quiero algo!
- "María, me gustaría estar contigo, conseguir a través de mi masaje que volvieses a descubrir lo que una vez disfrutaste, y estoy deseando saber si tus masajes provocan el efecto que mi cuerpo está imaginando..."
Dejé la copa sobre la mesita de cristal, me levanté, coloqué bien mi minifalda, él seguía sentando, observando lo que hacía...
De pie, le ofrecí mi mano : -"Pues vamos a comprobarlo, Fran "
Ya fuera, de camino a su piso, un largo camino, paradas para besarnos suavemente, mientras sus dedos acariciaban mi cuello bajando por el escote, parando ahí, sin ir a más ... sin más aproximación que sus labios en los mios ...
La puerta se cerró tras de mi, me dirigí a la ventana del salón, dejando mi bolso y abrigo sobre una silla ... escuché música de fondo, solos de piano. Era consciente que Fran estaba ya detrás de mi, noté como sus manos se colocaban en mis caderas y su boca en mi oído :
-"Te apetece una ducha conmigo?"
Me giré y asentí ...
Sus manos me fueron desvistiendo poco a poco, y el desliz de mis prendas sobre mi piel, las sentía como caricias tenues y excitantes ...
Mis manos desabrocharon despacio su camisa, dejandome contemplar su pecho, del cual pude inhalar ese aroma que tanto deseaba ya en el local ... mis dedos bajaron hasta su pantalón, uno a uno de sus botones fueron soltándose, agachandome despacio para bajarlos y con un poco de ayuda de él, quitarlos ...
En esa posicíon mis brazos se elevaron hasta su slip, sujetando la goma y con todo mi cuidado fui trayendolo hasta sus tobillos ...
Subí despacio, con su ayuda, agarrándome por mis antebrazos, sin perder en ningún momento nuestro contacto visual ...
Ambos desnudos, observándonos ... Me guió hasta el baño, el ruido del agua golpeando en la bañera, el incipiente vaho del calor del agua, y como iluminación Fran había encendido unas velas...
En la ducha, los dos, mojándonos, ayudando al agua a resbalar por nuestro cuerpo por medio de nuestras manos ... No voy a negar que mi corazón latía fuertemente y una especie de nerviosismo me invadía toda, y eso se potenciaba al observar como Fran no podía evitar mostrar su excitación ... eso me provocaba más!
Sus manos circulaban por todo mi cuerpo, por todas las curvas de mi cuerpo, bajándolas hasta llegar a mi entrepierna, donde colocó su palma entre mis piernas, sentí calor ... Quieta, presionando, percibia las palpitaciones de mi sexo ...
Debía de controlarme, debía de controlarse!
Mojada, ya en sus sábanas, acostada de espaldas, mis caderas un poco elevadas sobre unos almohadones que delicadamente me colocó, me abrió mis piernas, como se abre las tapas de un libro, para disfrutar de su lectura.
Entre ellas, sentado con las piernas cruzadas, encima de ellas las mías, y sus manos comenzaron a recorrer mis piernas,el interior de mis muslos, mi vientre, acercándose poco a poco a mi sexo... mi respiración quería revelarse, intenté controlarla..
Levanté un poco la cabeza para ver a Fran, nuestras miradas se encontraron.
Dios!!! Es imposible explicar la sensación!
Mis pezones durísimos, mi piel erizada, con escalofrios en mi cuerpo ...
Me rendí, me tumbé vencida, mientras Fran seguía acariciando mi clítoris de forma circular, despacio, sabiendo que es delicado, primero en el sentido de las agujas del reloj y después en el sentido contrario....
Noté como se hinchaba, se hipersensiblizada, el placer era inmenso, el control casi imposible.
-"Maria incorpórate" . Suavemente le escuché.
Sentada con los almohadones en mi zona lumbar, abierta ante él ... sentía y contemplaba como me presionaba con su índice y pulgar mi clítoris ... No lo soportaba más!
Su dedo medio entró en mi interior, y comenzó a entrar y salir, variando la presión, la dirección , la velocidad, me volvió loca!!!
Su dedo medio entró en mi interior, y comenzó a entrar y salir, variando la presión, la dirección , la velocidad, me volvió loca!!!
Por primera vez, mi gemido era demasiado alto, para considerarlo como tal.
Con la palma hacia arriba, dos dedos dentro de mi, explorando mi interior ... y volviendo a que mis gemidos apareciesen y que saliesen de mi garganta sin pensar, pérdida de razón, sometida a la ceguera del disfrute, centrándome en degustar lo que me daba ese hombre dedicado totalmente a mi ....
Me recosté, cabeza hacía atrás, mis piernas totalmente abiertas, estirándome, disfrutando del orgasmo que me estaba proporcionando ...